Ayer nos encontramos ante un hecho insólito en nuestra joven democracia, un debate sobre el terrorismo, donde el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, hizo del propio debate, un circo, más propio del ya desaparecido programa de televisión Crónicas Marcianas.
Ayer vivimos el debate del desprecio, el debate del cuerpo a cuerpo, de la crispación y del insulto. Ayer vimos y oímos a un Mariano Rajoy con unas intervenciones claramente desafortunadas, indignas para un líder de la oposición que pretende ser presidente del gobierno. Vimos un Partido Popular que sigue y continúa en la senda de la crispación, de la destrucción, del insulto, de la imposición, un partido popular que en lugar de unir intenta amendrentar a quienes apoyan fielmente al gobierno en la lucha contra el terrorismo.
La deslealtad manifiesta del PP y de Mariano Rajoy con el gobierno que tiene la obligación moral y democrática de acabar con el terrorismo roza la desvergüenza, el despropósito, la desfachatez y el más absoluto de los absurdos, hechos que llegan incluso a herir a quienes día a día pedimos unidad para acabar con el terrorismo, pedimos lealtad para acabar con el terrorismo y queremos tener ilusión y esperanza en ver el fin del terrorismo, dentro del estado de derecho y con toda la contundencia que sea precisa.
Rajoy no puede pretender ser quien tiene el uso de la razón más absoluta, no puede decir que el sabe más que nadie sobre terrorismo, no puede amedrentar a quien, por primera vez en la historia de España, pidió disculpas a los españoles y reconoció el claro error que cometió al anunciar que españa estaría mejor el año que viene, nadie en la historia de la democracia había sido tan desleal como Rajoy en la lucha contra el terrorismo, algo que pone de manifiesto el interés partidista del PP y la estrategia electoral a costa de la vida de las personas, ningún partido político había utilizado la lucha contra el terrorismo como arma arrojadiza contra el gobierno de turno.
Rajoy vuelve a rechazar la oferta de unión de todos los demócratas frente a ETA y al terrorismo, es lógico, están acostumbrados a quedarse solos en todas y cada una de las cosa que benefician a los ciudanos, están acostumbrados a la imposición y a la crispación como así lo demostró ayer.
Siento vergüenza, siento verdadera pena de ver como algunos hacen de la política contra el terrorismo una baza electoral con un objetivo claro, obtener el poder cueste lo que cueste. Es la primera vez que ETA rompe una tregua y hay un partido que no apoye al gobierno.
Pero sin duda alguna, hubo una frase que me herió como ciudadano y como persona que busca la paz y el fin del terrorismo, Mariano Rajoy cometió un gravísimo error al pronunciar "Si usted no cumple, le pondrán bombas, y si no hay bombas, es porque ha cedido" ... Es indecente y de una bajura moral y ética política que quita toda la credibilidad al líder de la oposición.
Espero y deseo que el PP recuerde muy bien las palabras pronunciadas durante la tarde del 15 de Enero, porque seremos muchos ciudadanos los que se las recordaremos cuando, algún día, más tarde que pronto, tomen la responsabilidad de ejercer la acción de gobierno y deban llevar la política antiterrorista en su agenda cotidiana, seremos muchos los que recordaremos lo de las bombas, lo de las cesiones y lo de los compromisos ... Recuérdenlo, las palabras quedan escritas en la memoria de los ciudadanos, ya son muchas veces las que ustedes, en un claro interés partidista, intentan cambiar lo que antes opinaban y hacían, pero ayer esa estrategia basura, burda y pésima para los intereses de los españoles se les desmoronó como un castillo de arena.