Una universidad para unos pocos

Durante estos ultimos meses el debate sobre la creación de la Universidad Internacional de Valencia ha sido notorio, no me gustaría dejar pasar la oportunidad de realizar un análisis de la situación, el proyecto y las consecuencias, no sólo porque lo considero oportuno sino por la relación intensa que durante años he mantenido con la Universidad, especialmente la Universitat Jaume I de Castelló, a la que aprecio y muestro todo mi respaldo en las decisiones adoptadas por el equipo rectoral y el consejo de Gobierno, especialmente al rector, Francisco Toledo.
Comenzaré de manera diferente y clara, lamento profundamente que el Partido Popular utilice el dinero de todos y todas los y las valencianos y valencianas para financiar y materializar proyectos claramente innecesarios y que van contra la igualdad de oportunidades.
La derecha española es, entre otras muchas cosas, privatizadora de lo común, de lo que es de todos, en un pensamiento claramente narcisista y basandose en la jerarquía económica como base de toda su política.
La apuesta por el bienestar público, la educación pública es sencillamente nula. Esta universidad, la internaciona, es inecesaria por varias razones de peso que ponen de manifiesto el interés oculto del PP sobre este tema.
Primera razón por el inmenso déficit económico y el agujero presupuestario que padecemos los valencianos por una nefasta política social y económica.
Segunda razón porque las universidades, todavía hoy, necesitan un plan de financiación adecuado y realista para poder alcanzar todos sus objetivos y hacer posible un futuro optimista para todas las universidades valencianas.
Tercera razón porque según la demanda actual de las titulaciones existentes en las universidades, existe exceso de la misma, por lo que la creación de una nueva simplemente es un gasto inadecuado e inasumible.
Cuarta porque existen muchas luces y sombras sobre el proyecto que ha sido realizado a espaldas de los rectores, sin su apoyo y criterio, básico para poder organizar un mapa educativo beneficioso para la sociedad y que cubra todas las necesidades sociales.
Por estas razones y muchas más, la sociedad valenciana debe rechazar este proyecto sectario que trata de imponer a dedo a los académicos para poder controlar y colocar a lacayos en un centro donde la igualdad y la libertad es fundamental (vease Canal 9) ... ¿Hay o no hay dinero?
Invito al consell, al presidente de la Generalitat y al conseller que primen el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas, que miren las necesidades sociales existentes, que son muchas y dejen apartado su ansia de privatización de todo aquello que debería ser público, que hagan posible políticaspara aquellas personas, ciudadanos, que no tienen posibilidades de tener las mismas oportunidades que el resto como aumentos de las partidas destinadas a ayudas y becas al estudio, residencia, transporte ... Eso si es hacer una política social para todos y todas.
Me sorprende ver como se van a gastar miles y miles de millones para el disfrute de los que mas tienen, porque? ... Siempre trataré de responderme a esta pregunta ... ¿Porqué? ¿Que esconden? Porque impulsan un proyecto contra los rectores, contra las universidades, contra la igualdad de oportunidades ...
Queremos universidades públicas, libres, igualitarias, de calidads, donde se apueste por la investigación y el desarrollo, por la cultura, por la paz, por los valores cívicos y por los principios. No queremos universidades al mero estilo Canal 9.

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